Las grandes infraestructuras han hecho acopio de la metodología BIM y la han adaptado para su máxima aprovechamiento. De ello tenemos ya varias experiencias a las que, cada día se van sumando más.
Hace unas semanas se conocía la primera carretera en BIM, que se está construyendo en Cantabria, mientras que, en Euskadi, hace ya dos años que comenzó el proyecto del BCC de ‘carreteras inteligentes’. Como dice Pepe García, en su interesante artículo de El País, El BIM es la gran revolución tecnológica de las obras civiles en los últimos años.
Efectivamente, ya está en marcha la primera carretera que se construirá con tecnología BIM. Unirá las localidades de Polanco y Santander, en Cantabria y está impulsada por el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana (Mitma) que ha destinado más de 10 millones de euros para el proyecto, que se financiará con fondos europeos.
La primera fase será la “modelización del proyecto para disponer de un modelo BIM aplicable a la fase de obra”. Una vez se haya superado, el siguiente paso consistirá en implantar, coordinar y realizar un seguimiento de la aplicación de dicha metodología en el contrato de obras. Tras ello, se valorará y estudiará la posible aplicación en otros contratos relacionados con la construcción de carreteras.
Por su parte, en Euskadi ya existe el antecedente innovador y estratégico del Bizkaia Connected Corridor (BCC), un proyecto de la Diputación Foral de Bizkaia y Tecnalia para crear un corredor cooperativo de 57 km de autopista digitalizados y sensorizados, donde las empresas podrán probar distintas tecnologías pioneras de movilidad autónoma, conectada y cooperativa (CCAM) e infraestructuras inteligentes.
El BBC contempla entre sus objetivos digitalizar la red de carreteras a través de la implantación de varias tecnologías. Entre ellas, los Sistemas Inteligentes de Transporte Cooperativos (C-ITS) que permiten la comunicación vehículo-infraestructura (V2I) y vehículo-vehículo (V2V) para mandarse avisos sobre el estado de la vía. Asimismo, se van a sensorizar mediante tecnología IoT cuatro infraestructuras de la red viaria que actuarán como gemelos digitales.
Según Pepe García, en su artículo, cada vez más obras civiles utilizan la metodología BIM y, en la contratación pública crece de manera exponencial. Entre 2021 y 2022 el número de licitaciones públicas de la Administración General del Estado que solicitan el uso de BIM ha pasado de 109 a 190, y el volumen de licitación se ha multiplicado casi por tres, al pasar de 455 millones de euros a 1.209 millones de euros, según los datos del Plan BIM en la Contratación Pública del Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana.
Si bien, advierte “la metodología todavía está lejos de implantarse a corto plazo de manera generalizada. Aunque en el Informe diagnóstico BIM 2021, el 71% de los encuestados aseguraba disponer de actividades a las que se le podría aplicar BIM, pero solo un 34% de los órganos considera que esta forma de trabajo tendrá un uso generalizado en la contratación pública en un plazo de tres a cinco años. No obstante, cuando se amplía el periodo, las compañías son más optimistas. El 73% de las encuestadas espera que se generalice el uso de esta tecnología en un plazo de hasta 10 años”, concluye.