La Comisión BIM Euskadi celebra la implementación de este plan porque «representa un hito crucial en el camino hacia una transición digital y sostenible en el ámbito de la construcción»
El 1 de abril ha arrancado la implantación del Plan BIM a nivel ministerial que supone la incorporación progresiva de la metodología BIM en la contratación pública. El plan ordena a los órganos de contratación la incorporación de BIM en los contratos públicos relacionados con la construcción, conforme a un calendario progresivo de aplicación en función del valor estimado del contrato.
Para la Comisión BIM Euskadi “el Plan BIM representa un hito crucial en el camino hacia una transición digital y sostenible en el ámbito de la construcción ya que se erige como una brújula esencial, orientando y uniendo esfuerzos de todos los actores involucrados en la implementación de BIM. Al perseguir objetivos comunes y establecer una estrategia de trabajo compartida, buscamos alinear nuestras acciones y maximizar su impacto”.
Asimismo, “la uniformidad en el enfoque y la adopción de estándares comunes son fundamentales para evaluar nuestro progreso. Solo trabajando en conjunto y siguiendo la misma dirección podemos medir con precisión dónde nos encontramos en nuestro viaje hacia la plena integración de BIM”, señalan sus responsables.
Y, finalmente, concluyen “es imperativo que tanto entidades públicas como privadas avancen al unísono, con herramientas y procesos compatibles, para construir un ecosistema robusto y eficiente. Solo así podremos alcanzar el potencial completo de la metodología BIM y sus beneficios tanto en términos de eficiencia operativa como de sostenibilidad medioambiental”.
Plan progresivo hasta 2030
El Plan es una instrucción interna obligatoria para dichos órganos de contratación de la administración y sus órganos dependientes y una recomendación para el resto de entidades del sector público estatal. Ahora bien, si el órgano de contratación decide no usar BIM tendrá que justificarlo en los casos estipulados, como la limitación de concurrencia, urgencia, falta de eficiencia o de rentabilidad, entre otros.
El Plan define cinco niveles BIM (nivel preBIM, inicial, medio, avanzado e integrado) que constituyen las fases para la incorporación gradual de BIM y la referencia para comprender las acciones que deben emprender los órganos de contratación en dicha incorporación.
Asimismo, estructura su aplicación en los ámbitos de la empresa en: estrategia, procesos, tecnología y personas.
Finalmente, el plan incluye el calendario progresivo de integración, desde ahora hasta 2030, según los umbrales económicos de los contratos.
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