Las certificaciones ISO para BIM cada vez son más implementadas por las empresas, pero aún queda mucho camino por recorrer
La industria de la Construcción quiere hacer las cosas bien y esto pasa, entre otras cosas, por garantizar que sus procesos son eficientes y sostenibles. Comenzar a implantar la metodología BIM supone un paso importante para alcanzar este resultado, paso que será más firme si, además, certificamos BIM en alguno o parte de sus procesos. El proceso de certificación se sustenta sobre el rigor y la credibilidad de la norma y de la empresa certificadora. Por eso, tan importante es que el profesor (empresa certificadora) sea exigente y justo con el alumno (empresa certificada), como que la dirección educativa (organismo evaluador de la conformidad) permanezca neutral ante las empresas certificadoras. En la importancia de estas normas ISO coinciden los profesionales tanto de UNE, que es el organismo de normalización en España, como de empresas certificadoras como SGS.
Aitor Aragón Basabe
Construcción sostenible y BIM
En concreto, la norma que afecta a dicha metodología en España es la UNE-EN ISO 19650 para ‘Organización y digitalización de la información en obras de edificación e ingeniería civil que utilizan BIM (Building Information Modelling). Gestión de la información al utilizar BIM’. “Lo que hace la norma es definir el marco, los principios, y los requisitos, para la adquisición, uso y gestión de la información en proyectos y activos, tanto de edificación como de ingeniería civil, a lo largo de todo el ciclo de vida de los mismos”, explica Aitor Aragón, responsable del área de Construcción Sostenible y BIM, de UNE.
La certificación se dirige a los agentes participantes en todas las fases del proceso; en la inicial, de diseño, construcción y puesta en servicio de activos construidos; en la fase denominada, de desarrollo y, por último, en la que tiene que ver con la gestión de activos, incluidas la operación y el mantenimiento.
Respecto al número de empresas que cuentan con esta certificación, Joaquín Martínez, responsable de BIM en Edificación y Obra Civil de SGS, señala que “aunque no existen datos concretos sobre este aspecto sí que se ha constatado un aumento de la demanda de dos años a esta parte, provocada principalmente por los incentivos económicos de los fondos europeos”.
Garantía de conseguirla y costes elevados, los principales obstáculos
El camino para conseguir la certificación conlleva una serie de requisitos que, en ocasiones, las empresas dudan de que lograrán cumplirlos y eso les supone un freno para iniciarse en el certificado. “Así es”, explica Martínez, “lo primero que valoran es el coste que supone y, después de esto, tener la garantía de que acabarán consiguiendo la certificación”. “En SGS intentamos solventar esta incertidumbre mediante un análisis previo de brechas en la que identificamos qué indicadores se deben corregir para que, una vez que inicien el proceso, no haya que volver atrás” concluye.
En cuanto al motivo para animarse a iniciar la implantación de BIM, Aitor Aragón señala la credibilidad y la imagen que te ofrece dentro de tu mercado, es decir, la diferenciación cualitativa que aporta frente a tu competencia”. Intentando convertir este dato en términos de rentabilidad, Joaquín Martínez comenta que “los estudios indican que el beneficio real gira en torno a un 20 por ciento para las empresas que realizan sus procesos productivos con herramientas BIM certificadas frente a las que lo hacen sin esta metodología”.
A pesar de la complejidad del proceso, la implantación de BIM permite un margen de adaptación de incorporación de la medida dentro de cada empresa. “Esto es normal ya que el universo de empresas es muy heterogéneo y las formas de implantarse son muy variadas”, explica Aitor Aragón y, concluye “la clave está en que se cumplan los requisitos establecidos en la norma, pero el modo de hacerlo varía de una organización a otra, en función de su estructura o necesidades”.
Joaquín Martínez Matute
Responsable Edificación y Obra Civil SGS BIM
